Respirar hidrógeno es un tratamiento relativamente nuevo que se está investigando para una variedad de condiciones de salud. El hidrógeno es el elemento más ligero y abundante del universo, y no es tóxico ni inflamable. Cuando se inhala, el gas de hidrógeno puede difundirse rápidamente en el torrente sanguíneo y llegar a todas las partes del cuerpo.
Se ha demostrado que el hidrógeno tiene una serie de efectos beneficiosos en el cuerpo, que incluyen:
La terapia de hidrógeno aún se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo, pero se ha mostrado prometedora en una serie de ensayos clínicos. Por ejemplo, un estudio encontró que la inhalación de hidrógeno podría mejorar el rendimiento del ejercicio en adultos sanos. Otro estudio encontró que la terapia con hidrógeno podría ayudar a reducir el dolor y la inflamación en pacientes con artritis reumatoide.
La terapia de hidrógeno generalmente se considera segura, pero existen algunos efectos secundarios potenciales, como mareos y náuseas. Es importante hablar con su médico antes de comenzar la terapia de hidrógeno, especialmente si tiene alguna condición de salud subyacente.
Si está interesado en probar la terapia de hidrógeno, hay algunas formas diferentes de hacerlo. Puede inhalar gas hidrógeno a través de una máscara o cánula nasal. También puede beber agua rica en hidrógeno o tomar suplementos de hidrógeno.
La mejor manera de recibir la terapia de hidrógeno es hablar con su médico. Pueden ayudarlo a determinar si la terapia de hidrógeno es adecuada para usted y pueden recomendarle la mejor manera de obtenerla.
Estos son algunos de los beneficios de respirar hidrógeno:
Estos son algunos de los riesgos de respirar hidrógeno: